jueves, 28 de julio de 2011

La Tienda de Dulces

Después del parón obligado de la Copa América 2011, regreso supercargado al blog con una gran historia. Espero que les guste:

El Indianápolis Motor Speedway es considerado la catedral de la velocidad americana. También uno de los grandes circuitos que tiene un gran número de sitios que le traen el misticismo y un aura de historia. El más famoso punto de referencia tiene que ser la “Brickyard” (Yarda de Adoquines) que simboliza el punto de partida y llegada de la carrera. Hay otros puntos como el Gasoline Alley, la Pagoda, el Museo, etc. Si no, pregúntenle a mi amiguito Daniel que estuvo este año por allá

Pero… existe un punto dentro del circuito que muy pocas personas conocen. Es invisible, pero todo el mundo sabe en donde señalar cuando preguntas por el… Esta en la recta que conecta la primera curva con la segunda y tiene un nombre muy particular… “La Tienda de Dulces” (The CandyShop)

Para saber su significado, debemos remontarnos a la edición 69 de la Indy 500. Esa edición de 1985 tenía en su line up grandes nombres buscando incrustar su cara en el prestigioso trofeo Borg – Warner. Nombres como A.J. Foyt, Bobby Rahal, Rick Mears, Johnny Ruterford, Al Unser Sr, entre otros, estuvieron presentes en esta edición de la carrera. Pero de todo ese grupo se deslumbraron tres pilotos: Emerson Fittipaldi, quien ya había sido campeón de F1, Daniel John Sullivan III y el “Padrino del Automovilismo en EEUU”: Mario Andretti.

Tras una gran salida de Bobby Rahal, el americano se puso al cabeza de la carrera, seguido de cerca por Fittipaldi, Andretti y Sullivan. Rahal tomaria la punta de la carrera hasta la vuelta 14 donde tiene que parar. A partir de ese momento la punta es compartida entre tres pilotos: Andretti, Sullivan y Fittipaldi.

Tras pasar la mitad de carrera, el March / Cosworth de Emerson empieza a perder gradualmente potencia. Sullivan aprovecha esto y sale en cacería de Andretti. Finalmente, en la vuelta 120, Sullivan logra ponerse al lado del ítalo-americano y quitarle la punta. Pero hay un problema… Su maniobra es algo arriesgada le deja la puerta abierta para que Mario vuelva a pasar. Sullivan decide empujar un poco más rápido y logra ponerse en la línea de carrera. En lo que casi tiene la línea, el turbo le juega una mala pasada, y manda el March de Sullivan en dirección contra la pared…

En ese momento, nace en ese circuito, “The Candyshop”…

Milagrosamente, Sullivan hace un trompo de 360º a solo centímetros de la pared, corrige la nariz del carro y continúa en carrera. Sullivan había abierto The CandyShop, con uno de los movimientos más dulces que se han visto en el centenario del circuito.

El March estaba intacto. Solamente tenía los neumáticos malos. Sullivan para y cambia los neumáticos y sale en una endemoniada cacería de Mario Andretti, y faltando 20 vueltas para el final, Danny le deja la factura del CandyShop a Mario, con una gran pasada para quedarse con la punta. A partir de ese momento, Sullivan no tendria mas errores para convertirse en el campeón de la edición 69 de la Indy 500.

Sullivan nunca más seria campeón de Indianápolis. Estaría cerca en 1988 pero no lo lograría. Pero su momento en esa vuelta de la edición de las 500 de 1985 le aseguraban su inmortalidad en la yarda de adoquines.

Hasta una nueva oportunidad

1 comentario:

  1. Tremenda historia! No la conocía.. Tuvo que ser increíble el trompo. Gracias por compartirla!

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